En los últimos años he tenido la suerte de poder enfocarme en ser docente de autogestión de artistas emergentes, una materia que definitivamente me hubiera gustado tener como estudiante. Aunque existen numerosas carreras de gestión de instituciones culturales, proyectos y emprendimientos, son pocas las instancias de formación pensadas exclusivamente para artistas emergentes que quieran gestionar y proyectar su propia carrera.
Entre los mayores desafíos del teatro como sector está el de pensar en cómo, en los próximos años, va a albergar y dar lugar a las miles de personas que año a año eligen formarse en la actuación. Y es que en Buenos Aires son cada vez más los “alumnos” que “estudian” teatro, de la forma que sea y con el docente que sea, mucho de ellos con la idea de volcarse profesionalmente al campo.