Entre los mayores desafíos del teatro como sector está el de pensar en cómo, en los próximos años, va a albergar y dar lugar a las miles de personas que año a año eligen formarse en la actuación. Y es que en Buenos Aires son cada vez más los “alumnos” que “estudian” teatro, de la forma que sea y con el docente que sea, mucho de ellos con la idea de volcarse profesionalmente al campo.
¿Es el sueño de todo artista escénicos tener una sala propia en donde poder programar las a gusto y piacere, que asegure escenario para lo creado por sí, por amigos, por colegas respetados? ¿Es viable económicamente? Emprende Cultura encuestó a dueños de cinco espacios que, a pesar de tener diferentes características estéticas y espaciales, comparten la filosofía de la autogestión y la independencia. Los resultados, a continuación.