Hace tres años que Oliver Kornblihtt decidió salirse de la agenda marcada por los grandes medios de comunicación para informar de manera independiente en una plataforma construida de forma colectiva, sin ataduras económicas ni políticas. Pese a que se encontraba cómodo en su puesto en Clarín y La Nación, no podía evitar sentirse algo frustrado por el contenido de las imágenes que publicaba.

Por eso en 2012 este fotoperiodista argentino de 31 años utilizó su mes de vacaciones para marcharse a Brasil. Su objetivo era conocer de primera mano el proyecto de Midia Ninja, un colectivo autogestionado que surgió en 2011 y que se consolidaría como un fenómeno mediático en 2013, tras la cobertura de las protestas masivas que se extendieron por todo el país.

Después de trabajar durante 30 días junto a esta suerte de “periodistas-activistas” brasileños, Oliver quedó tan impresionado con la iniciativa que decidió que era eso lo que quería hacer.

Así fue cómo se atrevió a cortar todos sus vínculos con la prensa tradicional para lanzarse a la inabarcable piscina de la diversidad informativa. Hoy es una de las voces esenciales en un conglomerado de “NINJAs” (siglas que en portugués significan Narrativas Independientes, Periodismo y Acción) con diferentes formas de mirar y documentar la realidad que no podría entenderse sin Internet y las redes sociales.

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